Título: Apnea
Autor: Rubén Tejerina
Editorial: Frida Ediciones
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 212
Precio: 12 euros
Rubén Tejerina. Nací en Sevilla, viví en Ibiza y ahora en Madrid. A estos tres lugares les debe algo mi poesía. Soy actor, articulista, cuentista, dramaturgo, guionista de televisión y cine.
El Estomago del Tiburón fue mi primer libro de poemas al que seguirían Sed de Sal, Animal Absoluto y Contramantes. Muertos de hambre, junto a Elio González, es mi último documental.
Escribo para leer qué me ocurre y saber si te pasa lo mismo. Escribo porque aunque hacerlo no me ofrece ninguna respuesta, por lo menos me aleja de las preguntas. Escribir es mi equivocación más acertada. Pocas veces escribo con las manos. Lo único que espero es no morirme con el disfraz de otro. Soy un depredador civilizado.
Mí poesía es mejor persona que yo.
Eres infinita
y podría llenar vasos y vasos de ti,
todos con diferente sabor,
todos con una paz que significase el abismo,
todos…
Son las dos menos tú
de la mañana,
en Nairobi un niño desobedece su deber del agua,
nadan a oscuras los tiburones del Pacífico,
la bolsa de Tokio arde en las pantallas,
en Hollywood despiertan los aspersores,
están los científicos atentos a las señales desde la NASA.
Ignoro cómo he llegado hasta aquí,
como desconozco las propiedades del magnesio,
la técnica romántica de afinación de un piano,
o por qué ofrecen tranquilidad las ventanas frente al mar.
Soy un sinónimo más del abandono.
Nuevo acercamiento al mundo de la poesía y la verdad es que me doy cuenta de que es un género que se bebe poco a poco, sorbo a sorbo, del que los versos hay que saborearlos poco a poco y disfrutar de ellos en cuanto tienes un momento para dedicarle.
Apnea de Rubén Tejerina se ha incorporado a mi biblioteca personal con un título impactante con el que te hace pensar que cada uno de los poemas te deje sin aire y te empuja a recordar justo el momento en el que te sentiste tal y como cada una de sus creaciones se cala dentro de ti.
Algo que me encantó en cuanto empecé este poemario fue el comienzo donde el autor habla un poco sobre su profesión y cómo la defiende, algo que me ha parecido maravilloso. ¿Dónde iríamos a parar sin los grandes clásicos? ¿Qué haríamos sin el arte? Estaríamos, como muy bien dice él, muertos de hambre.
Andando de puntillas por este libro, encontraremos seis partes en las que está dividido en las que el autor, Rubén Tejerina, ha querido regalarlos su prosa algo bastante diferente a lo que solemos encontrar en algunos poemarios de versos más "comerciales" por llamarlo de alguna manera y eso es algo que me ha gustado mucho. Iremos descubriendo en la mayoría de sus poemas lo que es el desamor, las últimas palabras que nos dedicamos antes de decir un adiós a algo que se ha acabado, cómo nos quedamos por dentro cuando pasamos este tipo de situaciones.
El manejo del lenguaje por parte de Rubén es algo que destaca este poemario dentro de otros por lo que estamos ante un poemario con una carga literaria más complicada de la habitual. Sus recursos literarios, las palabras que utiliza te deja aturdido en un momento dado, sin aire, apnea en un momento determinado que te deja pensativo.
En definitiva, hablamos de una creatividad abrumadora por parte del autor a la hora de crear un poema con el que, su conocimiento recrea un juego de palabras haciendo que nosotros también participemos de ese baile de palabras bien conjugadas.
Agradecer a la editorial por el ejemplar
No me llama mucho pero me alegro que te haya gustado tanto.
ResponderEliminarUn beso
La poesía y yo nos llevamos fatal. Me alegro lo hayas disfrutado.
ResponderEliminarUn beso ;)
Me lo llevo bien apuntado. Me gusta el género y me gusta disfrutar de nuevas voces, que no conocía al autor.
ResponderEliminarBesotes!!!
Lo que más me gustó fue la información del autor... Con eso ya me dieron ganas de leer el libro
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