Título: Cuando nos repartimos los bares
Autora: Teresa Mateo
Editorial: Frida Ediciones
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 112
Precio: 12 euros
Cuando nos repartimos lo bares habla de eso que el propio título explica: de ruptura sentimental. De ese jodido infierno que todos hemos tenido que sufrir alguna vez: el saber que los lugares comunes harán daño y deberemos desprendernos de ellos si queremos seguir adelante, esos bares donde fuimos felices y que tendremos que repartirnos para no encontrarnos. Habla de esa difícil carretera hacia el olvido que tendremos que atravesar sin luces para lograr reconstruir de nuevo nuestra vida y nuestro ser. Pero Teresa Mateo no cae en el sentimentalismo ni la ñoñería en la que es tan fácil incurrir al hablar de desamor. No, ella encara los poemas con un fino humor desencantado, se ríe del dolor y de ella misma, se distancia de su propia tristeza para vencerla, ahogarla, darle patadas.
Este es uno de mis primeros acercamientos a la poesía y también a una editorial que me llama tanto la atención por sus títulos. Adentrarse en un poemario como es Cuando nos repartimos los bares ha sido una experiencia abrumadora llena de sentimientos.
Teresa Mateo ha tenido la maestría de realizar un juego, y no se trata de un juego cualquiera. La autora, pese a ser un poemario donde podría haber realizado una recopilación de poemas diferentes de diferentes temáticas, ha creado una historia en sí dando vida a una relación. Teresa empieza a jugar con nosotros mostrando versos que arrancan el comienzo de una relación, tuya, mía, nuestra, de cualquier persona.
Los versos avanzan, nos hace incluso reconocer esos sentimientos que hemos podido llegar a sentir durante el comienzo de una relación hasta que llegamos a una ruptura amorosa y todo lo que ello conlleva: el dolor. Nos aferramos a sus palabras para pasar de puntillas por un dolor que no queremos llegar a mirar de cara y que incluso, si lo hemos vivido en las propias carnes, querremos mirar hacia otro lado ya sea porque nos encontremos en esa situación o porque eso fue cosa del pasado.
ERES UN MONTÓN DE POEMAS DE AMOR Y UNA CANCIÓN CUALQUIERA
Estoy escuchando la canción
tu canción,
una canción,
podría ser cualquier canción,
como esta noche, una noche cualquiera
en la que se me ha clavado
la espina de tu recuerdo entre los dientes
convirtiéndome en todas esas ganas
de abrir el frasco de la mermelada de fresa.
No hay kilómetros suficientes para medir
la distancia desde este punto hasta tu punto,
la mido con el espacio sobrante
de entre mis dedos desde que tú no,
y qué lejos
y qué lento el tiempo,
se me ha ido de las manos sin despedirse,
ahora permanece en la arena
de una playa desierta sin huellas.
Sabes a huida y sólo me has dejado relojes de cal.
Estoy escuchando la canción,
tu canción,
una canción,
podría ser cualquier canción,
como esta noche, una noche cualquiera
en la que pienso que qué hija de puta toda la historia de la música.
El dolor hace mella en nuestro interior pero parece que es demasiado pronto para coser la herida, una herida que se mantiene al rojo vivo y que habrá que dejar que cicatrice con lo más preciado: el tiempo. Y mientras tanto, parece que podemos pasar del dolor al olvido, pero eso conlleva un proceso, soledad para olvidar, soledad para superar el dolor, soledad para convencerse uno mismo de que el camino de la vida sigue y sobre todo, un final en el que ponemos nosotros mismos escribiendo un punto y final a esa historia y pasamos página en el que nosotros salimos a flote e intentamos comernos el mundo.
La autora, como ya he dicho, ha creado una historia en la que nos podemos sentir más que identificados si hemos pasado este tipo de situaciones y por ello me ha parecido algo mágico. Unos versos han sido los narradores de esta historia que no tiene protagonista definido porque puedes ser tú, puede ser yo, puede ser cualquiera. Teresa ha demostrado garra y fuerza en unos versos que nos reflejan la vida real dejándonos claro que de cualquier ruptura amorosa se puede continuar.
Al comienzo del libro, podremos disfrutar del prólogo que Pedro Andreu ha realizado para este poemario y en el que se nos desmiga mucho más cada una de las partes de este libro. La edición está cuidadísima con un juego de claroscuros en las que algunas ilustraciones llegan a ser una delicia. Además, al final del libro, encontraremos algunos de los tweets que la autora ha escrito en su cuenta oficial de Twitter que os dejo por si queréis echarle un vistazo: @teremmarcos
Agradecer a la editorial por el ejemplar
¡Hola!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado tanto ^^ Yo aún no he tocado nada de poesía (al menos no completamente) pero me gustaría hacerlo, aunque no sé si esta novela me aportaría mucho porque la verdad es que no he pasado nunca por esa situación, pero bueno... si tengo oportunidad de leerla, la leeré :)
Gracias por la reseña. ¡Besos!
No me llama la atencion, este lo dejo pasar.
ResponderEliminarSaludos
Hola
ResponderEliminarHe leído poquita poesíaa, me gusta pero en dosis pequeñas muy de vez en cuando...
Me alegro saber que te ha llegado.
Besos.
Me gusta escuchar poesía, pero no consigo leerla. Tengo un libro de García Lorca sobre la mesa no sé el tiempo. Tu reseña anima a leerla, entran ganas de darle una oportunidas. Besos.
ResponderEliminarAys, me has dejado con muchas ganas!
ResponderEliminarBesotes!!!
Este no me llama demasiado. Un beso ;)
ResponderEliminarMe encantó. La verdad es que la poesía cada vez me sorprende más porque deja mucho para pensar. Me ha parecido una publicación muy original además por ese final donde están recogidos los tweets de la autora. Me alegra que te haya gustado. Un besazo!!!
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarHace poco que he leído este libro, y la verdad es que me parece que está bien. No tenía muchas expectativas porque aunque hay algunos libros de Frida que me gustan, por lo general suelen ser poesía comercial, fácil y sin ningún mensaje ni estilo poético.
Este libro sigue mucho de esos parámetros, pero me ha parecido divertido y que le da una visión diferente a los poemas de amor. Eso es lo que más me ha gustado del libro.
¡Nos leemos!
Un beso