Autor: José Carlos Andrés
Ilustraciones: Ana Sanfelippo
Editorial: NubeOcho
Encuadernación: Cartoné
Páginas: 40
Precio: 15,90 euros
Edad recomendada: +3 años
José Carlos Andrés. Maestro por vocación, nunca llegó a ejercer porque en su camino se cruzó el teatro. Cuando se subió por primera vez a un escenario descubrió que hacer reír al público es algo tan mágico como la escoba de un hada o la varita de una bruja, pero que te transporta mucho más lejos.
Su madre, su padre y su hermana siempre le decían que era un payaso, y se lo creyó. Un día se puso una nariz roja y no ha dejado de usarla para hacer reír y para ver la vida con ella. Dice que así es mucho más divertido vivir el mundo.
Comenzó a escribir teatro destinado al público infantil. Y cuentos, muchos cuentos. Escribir le fascina, porque le deja crear mundos nuevos llenos de risas y emociones.
Ha publicado teatro destinado al público infantil y familiar, un manual de teatro, cuentacuentos, dramaturgia y clown para todas las edades; cuentos para álbumes ilustrados…
Ale quiere una mascota: un perro, un gato, una gallina, un elefante… Pero sus padres NO quieren animales en casa.
Un día la niña se encuentra un huevo gigante en el parque y se lo lleva a casa, lo cuida y lo mima. Cuando el huevo se rompe…
Cuando tengo un libro infantil entre las manos me viene a la mente todo el tiempo que perdí en mi infancia sin libros por varias razones: ¿tenía libros en mis estanterías? sí, pero parecían más de adorno que otra cosa. En mi casa nunca ha sido nadie lector habitual ni tampoco se solían contar cuentos ni nada por el estilo. Por eso me da un poco de pena recordar mi infancia en cuanto a la literatura y es por ello que intento cambiar un poco mi visión y me centro en mi sobrino de 3 años. Y ello me recuerda muchísimo a mi TFG que dediqué a las bibliotecas escolares donde un punto desarrollaba la importancia de los mediadores literarios indicando que la família es uno de los mediadores literarios más importantes para cualquier niño. Mi sobrino ya está acostumbrado a verme rodeado de libros e incluso le cuento libros que él mismo escoge, y ahora, en pleno desarrollo del lenguaje, es él mismo el que quiere contarme las historias que yo le he contado. Es fascinante ver cómo imita todo lo que yo hacía mientras le contaba los cuentos y ver cómo disfruta con los libros.
Hoy os traigo una de las novedades literarias de una de las editoriales que más me fascinan para los más peques de la casa: Nube Ocho. En concreto os hablaré de Adoptar un dinosaurio, un libro con el que se pueden tratar diferentes aspectos que ahora os detallaré.
Ale es una niña caprichosa que está empeñada en tener un animal. El lunes quiere un perro, el martes un gato, el miércoles una tortuga, el jueves un loro o una araña, el viernes una gallina... y así cada día de la semana. El problema fundamental de Ale es que sus padres no quieren tener animales en casa.
Un día Ale se encuentra un huevo enorme en el parque que al parecer está abandonado y a ella no se le ocurre otra cosa que llevárselo a casa. Intentará esconderlo en cualquier rincón de la casa aunque resultará más que imposible, el huevo es muy grande. Ale decide cuidar del huevo poniéndole nombre, pintarle la casa, sacarle brillo, poner una luz cerca para darle calor, lo tapará con una manta e incluso le leerá un cuento.
Gran sorpresa para Ale cuando un día el huevo empezará a romperse en mil pedazos y de donde saldrá un dinosaurio. Es justo cuando Ale sale corriendo donde están sus padres para decirles que quiere un dinosaurio y claro, ¿cómo iban a pensar sus padres que ella encontraría un dinosaurios? Ellos, con una sonrisa en la cara, le respondieron que si lo encontraba, lo adoptarían. La cara de los padres al ver el dinosaurio... os lo dejo a vosotros lectores. Lo más fascinante de todo es ver cómo el dinosaurio resulta algo malo para los adultos (todos sienten horror al verle) y cómo para los más pequeños es algo genial.
Pero un día, en el parque jugando, se escucha un sonido bastante familiar para el dinosaurio: son los papás del dinosaurio que vienen a recogerlo. Kimo, porque así es como Ale le llama, volverá con su familia, Ale se quedará bastante triste e incluso los padres querían adoptar un animal... pero Ale ya no quiere ningún animal, sólo pensaba en Kimo que de vez en cuando visitaba a la pequeña.
Es un libro magnífico con el que se pueden trabajar los días de la semana, el tema de los caprichos de los más pequeños haciéndoles reflexionar sobre ellos y sobre la pérdida de algún capricho que puede ser tan valiosa para ellos. También se puede hablar sobre los animales, el cariño hacia ellos, el tema de la adopción... tiene tantos aspectos para trabajar que lo hacen ser un libro repleto de posibilidades. Además, las ilustraciones de Ana Sanfelippo son extraordinarias haciendo que la historia sea más divertida para los niños.
Un libro para el disfrute de los más pequeños y también de los mayores.
Agradecer a la editorial por el ejemplar
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